Marrakech

Marrakech mola. Y mucho. No solo por su olor a naranjas y especias, el choque cultural es tan bestial que no te dejará indiferente. Para mi ha supuesto un antes y un después, esta ciudad me ha limpiado telerañas mentales y prejuicios que ni siquiera sabía que tenía. 

Soy consciente de que este tema poco o nada tiene que ver con el contenido que normalmente os muestro, pero sois tantos los que habéis preguntado por mi experiencia y tantas las ganas que tengo de hablaros de este viaje que no me he podido resistir.  Si estáis pensando viajar a Marrakech o simplemente tenéis curiosidad, os contaré en la entrada de hoy como ha sido mi experiencia en esta ciudad.

Preparando el viaje

Una de las ventajas principales que tiene Marrakech es que es un destino bastante asequible. En nuestro caso los billetes de avión nos costaron unos 100€ ida y vuelta por persona, y había días que llegábamos a comer por 25€ las siete personas que fuimos al viaje. Si a eso le sumamos el valor añadido de encontrarse a menos de 2 horas de vuelo de la península, lo que no sé es como no me he animado antes a visitar Marruecos. 

Una vez tuvimos los vuelos reservados nuestro siguiente objetivo fue reservar un lugar donde pasar nuestra estancia. En Marrakech tenéis dos tipos de alojamiento generalmente, hotel o riad. Yo os recomiendo sin duda que os alojéis en un riad.

Por lo general son casas preciosas con patios interiores, flores y sofás en azoteas. Suelen tener baño en cada habitación y realmente merecen muchísimo la pena. Lo ideal es encontrar un riad que esté cerca de la Plaza de Jamaa el Fna, nosotros finalmente nos alojamos en el Riad Abjaou y estábamos encantados. En un paseo nos plantábamos en la plaza y tanto el trato como las habitaciones fueron estupendos.

Desayuno en Riad Abjaou
Desayuno en Riad Abjaou

Con los vuelos comprados y el alojamiento reservado solo nos quedaba una cuestión por resolver: El guía. Porque si, puedes ir por libre a visitar Marrakech, pero desde que contratamos guía en nuestra luna de miel cada vez que viajamos contratamos uno. Suele ser la mejor inversión de todo el viaje, aprendes un montón de cosas tanto culturales como personales. En este caso al ser un grupo de 7 personas pudimos reservar por 22€ cada uno un guía para todo el viaje, incluyendo la ida y vuelta al aeropuerto.        

Y de nuevo puedo asegurar que fue la mejor inversión del viaje. Abdul nos enseñó un montón de cosas, no solo de la ciudad. Llegamos allí justo al inicio del Ramadán y gracias a él pudimos tomar ciertas precauciones que nos vinieron muy bien. Por si estáis interesados contratamos el paquete plata en la web http://www.excursionenmarrakech.com/

Consejos 

– Marrakech es una ciudad turística, por lo que en cuestión de ropa no suele haber problemas si eres mujer y vas en pantalones corto o llevas ropa occidental. Son personas bastante tolerantes, y si bien es cierto que por mi parte procuré llevar pantalón y faldas largas, allí había chicas que llevan pantalones cortos sin problemas.

– Siendo el turismo la base económica de la ciudad, siempre intentarán venderte cualquier cosa y a precios desorbitados. Olvidaros de la mentalidad occidental de comparar precios en tiendas, si te gusta un artículo y hablas con el dueño de la tienda no te soltará hasta haber llegado a un acuerdo. Que no os dé reparo regatear y negociar, les encanta. 

– Cuidado con todo aquel que os aconseje sobre la marcha cosas por ver o hacer. Solíamos encontrar a gente que en cuanto nos veía la cara de españoles que teníamos empezaban a decirnos cosas como «aquí a la derecha teñimos la lana, venid a verlo» y cosas así. Ni caso. 

– Tenéis que tomar zumo de naranja en la plaza. ¡Buenísimos! 40 céntimos el vaso de zumo, y os prometo que sabe fenomenal. 

– Si vais en Ramadán, evitad pasar por las callejuelas al atardecer. Todos se ponen a comer a esa hora y las calles quedan desiertas. Lo mejor es que os pille en la plaza, nada como ver el atardecer desde las azoteas de los cafés.

– El mejor sitio para cambiar Euros a Dirhams es el HOTEL ALI. Está en la plaza y no tiene perdida. Todos los turistas van a cambiar allí, cerca de las calesas de caballos. 

– El tráfico es un caos. Simplemente. Es casi imposible cruzar la calle sin sentir que uno está a punto de morir. Ellos se apañan, pero de verdad os digo que es de locos. Cuidado con las motos, están por todas partes. 

Los tópicos

Esto que os voy a contar me da vergüenza contarlo pero si, yo pensaba que Marruecos era puro desierto. Imaginaros mi cara de tonta al ver el Valle de Ourika y sus cascadas. Fue una de las excursiones que hicimos y nos encantó, aunque os diré que la subida a la cascada incluyó un paseo bastante duro (escalera de metal incluida para escalar por las rocas).

Otro topicazo con el que nos dimos de frente: no es típico fumar cachimbas en Marruecos. Se puso de moda durante un tiempo pero no encontramos ni un solo sitio donde las tuvieran. 

Pero no todos son tópicos erróneos, si es verdad que tomarás té a la menta continuamente, que las pastas y el aceite de argán están en todas partes y que tienes una alta probabilidad de llevarte de vuelta a casa una alfombra (la nuestra azul clarito, preciosa).

Una ciudad increíble que hay que vivir. ¡Es como teletransportarte a otra época! Con 3 o 4 días es suficiente para conocerla, os prometo que no os dejará indiferentes. Por cierto, visita obligada  a los Jardines Majorelle, ¡preciosos!

Y hasta aquí la entrada de hoy, tengo pendiente escribir otra sobre Tailandia, pero esa me llevará muucho más tiempo. Si tenéis dudas o cualquier consulta dejádmela en comentarios e intentaré resolverla.

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5 comentarios en “Marrakech”

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